Desarrollando la Estructura para una Gestión Efectiva de Calidad del Aire

3.1 Introducción
Desde que el deterioro de la calidad del aire ha sido reconocido en áreas urbanas, los gobiernos afectados han trabajado en el desarrollo de programas de gestión de calidad de aire diseñados para recuperar y mantener un aire limpio. Estos esfuerzos se iniciaron en países desarrollados en la década de 1950 después del episodio conocido como “London Killer Smog”, el cual ocasionó la muerte de miles de personas en solo unos pocos días. Otro evento conocido como “Donora Air Pollution Emergency”, también en la década de 1950, provocó la muerte a cientos de personas en pocos días en los Estados Unidos e incrementó el énfasis por abordar los temas de calidad del aire en esa región. Algunos de los programas de calidad de aire iniciados en esa década han reducido satisfactoriamente los niveles de contaminación del aire. Desafortunadamente, otros programas de muchas localidades han logrado muy poco para mejorar la calidad del aire, incluso después de décadas de esfuerzo. Claramente, es recomendable que las regiones que buscan proteger y mejorar efectivamente su calidad de aire sigan el ejemplo de aquellas localidades donde se ha probado satisfactoriamente una reducción de la contaminación atmosférica, así como evitar los errores de aquellas áreas con progresos mínimos o nulos. No obstante, es importante distinguir entre la estructura general y el plan en sí mismo. Por ejemplo, a menudo es ventajoso utilizar una estructura o marco general exitoso y aplicarlo en un área diferente, pero no siempre es recomendable duplicar también el plan específico usado en un área por otra. Esto puede resultar en suposiciones inválidas de la importancia que una fuente tiene sobre otra, llevando a decretar medidas de reducción de emisiones ineficientes y costosas.

La ciudad de Londres, Inglaterra, fue forzada a abordar su calidad del aire después del episodio de smog mortal y ha logrado progresos considerables desde la década de 1950. Los Angeles, California, constituye otro ejemplo, iniciando su programa a fines de la década de 1940 y posteriormente transformándose en uno de los esfuerzos en limpieza del aire más agresivos y exitosos del mundo.

Las primeras acciones orientadas a resolver problemas de calidad del aire en países en desarrollo no comenzaron hasta la década de 1970 y, en muchos casos, esto no ocurrió hasta los noventa e incluso más tarde. Sao Paulo, Brasil, adoptó su legislación de control de la calidad del aire a mediados de los setenta. Ciudad de México, la cual debe haber tenido la peor calidad de aire en el mundo, comenzó a fines de los ochenta, y Santiago de Chile, que tenía un problema de contaminación atmosférica significativo, inició sus gestiones en el mismo período. Estas ciudades han implementado satisfactoriamente programas de calidad del aire en sus respectivas áreas, comenzando paralelamente a fines de los ochenta. En comparación a los países desarrollados, muchos países en vías de desarrollo están intentando ponerse al día en estos temas y no debe esperarse que resuelvan sus problemas de calidad del aire instantáneamente. Lugares como el Reino Unido y los Estados Unidos han tardado treinta y cinco años en alcanzar el mejoramiento de la calidad del aire visible hoy en día, y aún así la calidad del aire aún es inaceptable en muchas partes de estos países. No obstante, mientras algunos países desarrollados tardaron décadas en lograr progresos significativos, algunos países en desarrollo han sido capaces de obtener avances más rápido en sus regiones respectivas aprovechando las experiencias exitosas de otras regiones del mundo. Ciudad de México y Santiago de Chile, por ejemplo, han logrado importantes logros en un período de solo diecisiete años.

Como un resultado de los esfuerzos en Gran Bretaña, Londres cumple con la mayoría de los estándares de calidad de aire y el hollín depositado en sus antiguos edificios ha sido removido activamente, los cuales se habían ennegrecido luego de siglos de contaminación atmosférica. Por supuesto que nada se puede hacer para evitar el daño a las piedras históricas y monumentos de mármol, producido por niebla y lluvia ácida en Gran Bretaña. El daño a monumentos históricos nos recuerda la necesidad de atacar los problemas de calidad del aire tan rápido como sea posible. Los niveles de ozono en Los Angeles han bajado en 50% cada década desde 1977, reduciendo así los niveles totales en un 75%. La calidad del aire en Ciudad de México y Santiago ha sido reducida a la mitad desde 1990. La experiencia de estas regiones será usada como ejemplo de cómo un programa efectivo de gestión de calidad del aire puede ser establecido.

Los problemas de calidad de aire pueden ser de micro escala e impactar sobre un área de solo unos pocos kilómetros cuadrados hasta unos pocos miles de kilómetros cuadrados, o bien estos pueden ser regionales y cubrir múltiples ciudades, estados o incluso países. Finalmente, estos pueden ser globales, requiriendo esfuerzos concertados de muchas naciones para su solución.

Exposición a altos niveles de plomo debido a una fundición cerca de Lima, Perú, o exposición a compuestos químicos tóxicos de los residentes próximos a la descarga de deshechos en un lago en el centro de California, con resultados potencialmente desastrosos sobre la salud, representan ejemplos de exposición de micro escala a contaminación. La contaminación atmosférica en Los Angeles, que cubre varios distritos y representa el 20% del área de California, o los problemas de visibilidad en la región oeste de los Estados Unidos que cubre varios estados, representan ejemplos de problemas de contaminación a escala regional. Finalmente, el daño a la capa de ozono y los impactos sobre el clima a nivel global que están ocurriendo ahora son ejemplos del impacto global de la contaminación.

Mientras los problemas de contaminación pueden ocurrir a muchas escalas diferentes o involucrar un rango de distintos contaminantes del aire y sus impactos, hay muchas similitudes en el enfoque necesario para abordar y reducir estos problemas. Las secciones a continuación discuten los elementos incluidos en programas efectivos de gestión de calidad del aire, que han marcado una diferencia en muchas localidades urbanas y regionales alrededor del mundo.