Desarrollando la Estructura para una Gestión Efectiva de Calidad del Aire

3.7 Aplicación de Planes de Calidad del Aire

3.7.4 Programas para el Cumplimiento de la Normativa
Una vez que se adopta una norma, esta debe ser implementada (es decir, ejecutada). El proceso de implementación ocurre típicamente en dos etapas. La etapa uno comprende la notificación a las industrias afectadas de que ellas estarán sujetas a una nueva regulación. El rango de tiempo para esta notificación varía considerablemente dependiendo de la naturaleza de la norma. La instalación de algunos equipos de control puede requerir modificaciones considerables en la fuente y mayores tiempos de diseño. También, en varias ubicaciones, una fuente no puede comenzar ninguna modificación que pueda impactar emisiones (positiva o negativamente) sin un permiso para construir. De esta forma, la fuente puede obtener su autorización muchos años antes de que su cumplimiento de la norma sea necesario. En este caso, la fuente es notificada acerca de la nueva regulación con más de un año de anticipación de la fecha de cumplimiento. De todas formas se debe notar que pocas agencias consideran la falta de conocimiento de una norma como una razón para no cumplirla. Es bastante común que las fuentes sean notificadas acerca de requerimientos regulatorios que vendrán durante inspecciones de rutina a la fuente.

Si se requiere un permiso, la construcción en una fuente no se permite hasta que se emita un permiso de construcción. Esto puede tomar meses, incluso años en algunos casos, y la construcción debe realizarse según el cumplimiento de un calendario. Típicamente, un permiso para construir contempla una inspección por parte de la agencia regulatoria previo al inicio de los trabajos, seguido de inspecciones durante la construcción y posterior a ella. Usualmente, el tamaño de la fuente determina el número de inspecciones que la agencia regulatoria realizará. Un punto de corte común para determinar el nivel de revisión es de 100 toneladas/año de emisiones de cualquier contaminante regulado. Las fuentes que liberen emisiones superiores a 100 toneladas/año de algún contaminante regulado se denominan fuentes mayores en los Estados Unidos y pueden estar sujetas a múltiples inspecciones durante su construcción.

Fuentes más pequeñas pueden recibir sólo una inspección para verificar el cumplimiento de un nuevo requerimiento de control, si lo hubiera.

La modificación de una fuente mayor que afecte sus emisiones (ya sea que las aumente o las disminuya) la mayoría de las veces terminará con el requerimiento de una prueba a costo de la fuente. De la misma forma, la agencia regulatoria querrá observar esta prueba. La única excepción a esto es en el caso de fugas de emisiones donde no haya tecnología viable para realizar la medición del nivel de emisiones.

Las Fuentes son inspeccionadas en forma rutinaria de manera de asegurar de que estas se mantienen cumpliendo la regulación relevante. El número de inspecciones que se aplican a una fuente depende del tamaño de la fuente y de los recursos disponibles para la agencia de inspección. Ya que usualmente es imposible inspeccionar todas las fuentes en forma simultánea, las agencias fiscalizadoras generalmente desarrollan un programa para la priorización de sus inspecciones. Estas agencias normalmente no hacen público su criterio de inspecciones por temor a que las fuentes puedan anticipar de mejor forma el número y momento de las inspecciones que pudieran recibir. Sin embargo, es bien considerado el desarrollar y publicar un criterio general que establezca prioridades de inspección.

Los criterios utilizados para determinar la frecuencia con la que ocurran las inspecciones son las siguientes:

1. Cantidad potencial de emisiones que puedan ser liberadas. Las potenciales emisiones a liberar son diferentes de las emisiones que realmente están siendo liberadas. Por ejemplo, una fuente controlada puede, en el papel, emitir menos que una fuente no controlada. Sin embargo, una mala gestión de una fuente controlada puede en la realidad llegar a producir más emisiones que una mala gestión en una fuente no controlada. De esta manera, una fuente controlada tiene un mayor potencial de liberar emisiones.

2. Toxicidad de las emisiones liberadas

3. Historial de no cumplimiento /violación de la normativa

4. Potencial para contaminar (por ejemplo, una caldera a gas natural sin controles tiene poco potencial para aumentar sus emisiones o para incumplir la norma incluso en casos en que las emisiones son altas o el agente tiene un historial de infracciones).

Normalmente existen dos tipos de inspecciones que se llevan a cabo. Un tipo es la inspección agendada y la otra es la inspección sorpresa. En la mayoría de los casos, para una fuente no es viable ni razonable alterar sus emisiones debido al diseño básico de operación. De esta forma, no existe la preocupación de que este tipo de fuente pueda operar de una manera cuando esta siendo observada y de otra manera cuando no está siendo observada. En este caso, las inspecciones se planifican con anterioridad junto con la fuente a ser inspeccionada.

Es inútil que el público piense que las fuentes aumentan sus emisiones durante la noche o en fines de semana y quieren que las agencias hagan inspecciones sorpresa en algún caso. En casos en donde las fuentes pudieran tener un motivo para aumentar sus emisiones cuando las inspecciones no pueden anticiparse o cuando es difícil observar las emisiones como en la noche, entonces las inspecciones sorpresas pueden ser el alcance correcto. Agencias fiscalizadoras en los Estados Unidos y en cualquier otra parte tienen la autoridad para obtener una orden de búsqueda y entrar por la fuerza a la instalaciones en cualquier momento que ellos consideren que existe una razón para creer que las emisiones han aumentado por sobre los requerimientos de la ley.